Supongo

Paseaba anticipando la manía recóndita del buen humor, espejosa de mi imagen que masturba la luz rugíente del abrazo.
Que manos juegan con la arcilla si la demente sirena robó el barco de babas y de espuma. Que muerte no juega con la angustia que sonrie al pañuelo con encanto.
Cierra la puerta de tus ojos para que no nazca ni el deseo ni la culpa, no acerques tu música sin nudos ya que solo podemos escalar el viento.
Sos profeta... ahora fuego. Fuego que brota en fuentes de agua. Fuego de tormentas y tormentas de fuego que explota.
Se que en la habitación del fauno te escondes, maldita palabra que engendra la muda.
Ven a buscarme por el silencio de las flores, segura de la textura que existe entre el pensamiento y el miedo.

aqui... tu piel... escapa sin sentido. Aqui... tus ojos miran sin mirar y el descanso del despliegue enternece y aturde.
Asi sigue el dia sin seguir, al menos desde mi espera. Espero, ?Qué espero? Si espero alguien espera que espere. Espera que espera lo esperado. Lo esperado no es. Entonces que espero? pero... espero... espero?